En la calle Compañía, de Santiago, se levanta este increíble edificio, copia fiel del palacio de la Alhambra, en España, y que perteneció a un rico personaje, don Claudio Vicuña. Hoy, es un museo donde se exhiben galerías de arte, pero un día estuvo a punto de ser destruido por una masa que buscaba venganza. Este palacio fue de propiedad de don Francisco Ignacio Ossa, rico minero que mandó al arquitecto Manuel Aldunate a Granada para que copiara el edificio, trayendo éste incluso hasta las mismas baldosas. Después, lo compró don Claudio Vicuña, rico comerciante y agricultor, quien lo decoró con finos muebles y arreglos traídos desde París. Don Claudio fue ministro del presidente José Manuel Balmaceda siendo elegido como sucesor en plena Guerra Civil, pero debió huir del país, y su mansión atacada por los exaltados triunfadores de la revolución de 1891. El palacio fue saqueado y convertido en cuartel militar.
Y ahí está, guardando sus historias de esplendor y drama, como tantos rincones de la ciudad que miramos pero no vemos. |
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