Una década más tarde se alzó templo y conventos, abarcando amplios espacios de muros de adobe, los que terminaron en el suelo con el terremoto de 1583. Nada desanimó a los frailes y muy pronto ser alzaba un segundo templo, más grande, de piedra y torre. Pero la naturaleza no cree en los dioses, y en 1676, en el famoso terremoto de mayo, una vez más derribó el templo |
No hay comentarios:
Publicar un comentario