sábado, 30 de julio de 2011

La parada militar de 1863

Cuentan las historias que el Presidente de la República de es época, don José Joaquín Pérez Mascayano decidió invitar al Cuerpo de Bomberos de Valparaíso a la Parada Militar de 1863. La joven institución fundada en 1851, solo ocho años antes, era ya el orgullo de la nación. Y marcharon hermosamente en el desfile que celebraba las glorias del Ejército. En esos momentos, Italia luchaba por su independencia, y entre las compañías porteñas asistentes marchó la Sexta Compañía, Pompa Italia. Pero un detalle llamó la atención al público que aplaudía a sus bomberos voluntarios. En vez de portar su estandarte desplegado al viento, la Sexta lo llevaba oculto en una funda de cuero. Era una forma de señalar su protesta ante el gobierno que no había reconocido aún a la nueva República Italiana. Terminado el desfile, las compañías de bomberos de Valparaíso realizaron ejercicios doctrinales en las calles de Santiago, generando la más profunda envidia de los jóvenes santiaguinos, que a pesar de su buena voluntad y deseos, no habían sido capaces de crear un Cuerpo de Bomberos en la capital.
Dramático presagio.Tres meses más tarde, el 8 de diciembre, se incendiaba el Templo de la Compañía de Jesús, cobrando más de dos mil víctimas. ¡Que falta hizo contar con una institución como la de Valparaíso para haber evitado la terrible tragedia!
Como una respuesta instantánea, el 20 de diciembre de ese año se fundaba el Cuerpo de Bomberos de Santiago.

1 comentario:

  1. Estimado:

    La silenciosa protesta sestina materializada en la bandera tricolor - donada por Pietro Sepp, Primer Director de la "Sesta" en 1858 - y portada por el voluntario Ciuffardi envainada en su funda de cuero, hizo eco en muchos de quienes emigraron desde el naciente reino, envuelto en a Chile (y se establecieron en Santiago)

    Al poco tiempo, tal como cuenta el Dr. Luis Noziglia Barbagelata en su obra "La Sexta Compañía De Bomberos De Valparaíso", el agrónomo Luigi Sada, creador de la Quinta Normal de Agricultura, envió una conceptuosa nota al Capitán de la Sexta, don Pietro Billa, agradeciendo el patriótico gesto de no permitir a quienes aún no reconocían oficialmente la existencia del "Regno D'Italia", observar el tricolor italiano flamear junto con las demás divisas extranjeras.

    Este hecho, recordado por usted, estimado Antonio, creó el esperado eco, materializado en el intercambio de notas protocolares en enero de 1864 y el posterior reconocimiento oficial de la existencia del naciente reino.

    Durante la década siguiente (no conozco con exactitud los años, confieso) don Pedro Sepp, fundador de la Compañía Italiana de Bomberos en Valparaíso, fue nombrado por el gobierno Chileno como Cónsul en Firenze (sede del Reino de Italia hasta 1870) y don Luigi Sada, por su parte, fue nombrado por S.A.R. el Rey de Italia como su Cónsul General en la República de Chile.

    Atentamente,

    Mauricio Riffo
    m.riffo@sesta.cl

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