Todos recordamos que el 18 de septiembre de 1810 don Mateo de Toro y Zambrano asumió como presidente de la Junta Nacional de Gobierno, pero poco nos hemos preocupado de quien fuera el anterior y último gobernante español de Chile, don Francisco Antonio García Carrasco y Díaz.
Envuelto en las intrigas palaciegas, acusado por su actuación en el asalto y crimen en el caso de la Scorpion, y por el rechazo que encontraba en criollos y españoles. Su última y absurda actuación, cuando ordenó detener a los patricios José Antonio de Rojas, Juan Antonio Ovalle y Bernardo de Vera y Pintado, acusados de conspiración.
El gobernador García Carrasco. |
La reacción social fue inmediata y el 16 de julio de 1810, a instancias de la propia Real Audiencia, don Francisco Antonio entregaba el mando. Fue entonces cuando asumió don Mateo de Toro y Zambrano quien dos meses más tarde llamaría al histórico cabildo abierto
¿Qué fue de García Carrasco?
Durante un tiempo siguió viviendo en el palacio de los gobernadores, e incluso el día 18 de septiembre encendió luminarias en el palacio, más que celebrando la formación de una Junta, para demostrar su rabia contra los oidores de la Real Audiencia que jamás lo habían aceptado. En la calle, una orquesta saludaba a las nuevas autoridades.
Y cuando el 1 de abril de 1811 se produce el motín realista de Tomás de Figueroa, es acusado por su anterior secretario personal, Martínez de Rozas, de ser parte de la conspiración, siendo detenido.
Poco después era deportado a Lima, donde va a fallecer en agosto de 1813, en los momentos en que el ejército de José Miguel Carrera ponía sitio al ejército realista encerrado en la ciudad de Chillán.
Oscuro y frustrante fin de un oscuro oficial que llegó a Chile a cumplir labores secundarias y que terminó elevado al más alto cargo del gobierno colonial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario