jueves, 26 de diciembre de 2013

Julio Bañados Espinosa. Un gran personaje, aunque desconocido para muchos.

Seguramente en los terribles años de la guerra civil de 1891 ocurrieron muchas situaciones dignas del recuerdo, del análisis y de la reflexión. La figura de Balmaceda, por ejemplo, requirió el paso de mucho tiempo antes que su recuerdo pasara de la brutal caricatura de un loco "champudo" como lo calificaba la prensa opositora, hasta convertirse en el presidente mártir que hoy todos recordamos.

En esos años previos al conflicto destacaban grandes personalidades en ambos bandos, y en el grupo cercano al presidente Balmaceda ocupa un lugar especial el joven abogado y periodista liberal Julio Bañados Espinosa. Y vamos a recordarlo en esta crónica.

El 25 de abril  de 1878 el joven Julio Bañados Espinosa prestaba juramento como voluntario en el cuartel de la 6a. Compañía de Bomberos de Santiago, Hacía pocos días que había cumplido los veinte años, y aquellos que lo aplaudieron ese día de la incorporación no imaginaban la carrera brillante que tendría en su compañía, en el Cuerpo de Bomberos de Santiago, en la función pública y en la guerra civil de 1891.
Aún no cumplía un año en la institución cuando estallaba la Guerra del Pacífico, movilizando a una ciudad entusiasta ante el llamado de los clarines de combate. Y fue bombero armado, más tarde teniente y luego capitán de su 6a. Compañía. Pero su mundo era de una actividad extraordinaria, porque además fundaba la Escuela de Artesanos, asume como profesor de Historia y Geografía en el Instituto Nacional, y saca su título de abogado en la Universidad de Chile.  Y un dato interesante. Cuando Bañados ingresa a la Sexta, es Secretario General su compañero de filas Pedro Montt, futuro presidente de Chile. Y cuando el Cuerpo elige a Julio Bañados como su Secretario General, a los 25 años (1883), reemplaza a Ismael Valdés Vergara, destacado antibalmacedista como Pedro Montt.

Julio Bañados Espinosa va a tener una existencia breve pero extraordinaria. Será periodista de trinchera defendiendo a Balmaceda, será su ministro en varias oportunidades, funda el diario La Nación, el Liceo de Santiago (actual Valentín Letelier), decreta la fundación del Instituto Pedagógico, ordena la construcción de la nueva Escuela de Medicina, aplica el método concéntrico de educación donde las enseñanzas de materias tienen un desarrollo progresivo en el tiempo, está en la creación de la Escuela de Sordomudos y en la fundación del Boletín de Leyes.

En 1891 estalla la Guerra Civil contra el presidente Balmaceda y en la última batalla, el joven ministro estará al mando de las fuerzas balmacedistas derrotadas en Placilla. Parte al exilio como cientos de sus compatriotas, viviendo en extrema pobreza y socorrido por la solidaridad de los otros balmacedistas que viven en París. Balmaceda le había pedido que escribiera la Historia de su Gobierno, y dedicará su tiempo a recoger documentos, escribir y mantener una correspondencia permanente con su familia. Su exilio durará hasta la amnistía decretara tres años más tarde por el presidente Jorge Montt, inteligente medida que permitió una rápida reconciliación nacional entre los chilenos.

En 1894 Julio Bañados Espinosa lograba reunirse con su mujer, Ester Valderrama, y sus tres pequeñas hijas. Bañados había terminado en París su gran obra Balmaceda, su Gobierno y la Revolución de 1891, fuente fundamental para el estudio de ese periodo. De inmediato era elegido diputado por el partido Liberal Democrático (balmacedista), convertido ese mismo año en la segunda fuerza política del país, a solo tres años de la derrota de Balmaceda. Y a pesar del agotamiento que trae, se dedica de lleno a la actividad pública, será ministro de estado del presidente Errázuriz Echaurren, catedrático de Derecho en la Universidad de Chile, diputado una y otra vez, y será considerado como uno de los más grandes oradores del Congreso.

Julio Bañados Espinosa había vivido intensamente, sin darse un momento de descanso. El gran hombre público fallecía el 17 de febrero de 1899, cuando solo tenía 40 años.
Valía la pena recordarlo.

1 comentario:

  1. Tio abuelo hermsno de mi abuelo Aurelio. soy tambien bombero y abogado y le brindo un merecdo homenaje como un gran hombre que nos enorgullece llevar du apellido y consanguineidad

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