jueves, 14 de noviembre de 2013

lanzamiento del libro 150 años de bomberos

El jueves 7 de noviembre se realizó el lanzamiento del libro sobre el sesquicentenario de los bomberos de Santiago. Debo reconocer que estaba aterrado. El trabajo de escribir y producir un libro tiene momentos de mucha alegría y de mucha tensión. En él se confrontan detrás de las cortinas del escenario las distintas visiones y las distintas opiniones a lo que debe verse y escribirse. Porque es un trabajo de alto profesionalismo el que se quería lograr en este caso. Y nada de eso estuvo ausente en la realización de este maravilloso volumen que ahora se entrega a los bomberos en una fecha tan significativa como lo es este año 2013, ciento cincuenta años después del horroroso incendio de la compañía y de la fundación del Cuerpo de Bomberos de Santiago.

El libro ya va a llegar a ustedes, de una o de otra forma, pero en estas líneas quiero destacar el trabajo de todos los que aquí participaron. Porque tal como lo señalé en la Feria Internacional de Libro, esta obra es hijo de las confianzas. Primero, la confianza entregada por el presidente de la comisión sesquicentenario del Cuerpo de Bomberos, el director honorario Próspero Bisquertt, a mi persona y a mi hermano, para echar adelante este proyecto. Y en segundo lugar, la confianza que él tuvo en aceptar ni proposición de que la editora general de este libro fuera la señora Rosario Garrido, quien a la cabeza de un grupo de especialistas en las áreas de edición, diagramación e investigación, dieron vida a esta maravilla que hoy se entrega a la ciudad.
A mi hermano Alberto, que esa misma tarde en que nos reunimos para iniciar este trabajo, guardó sus apuntes y partió al infinito.

A la alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá, que en hermosas como emocionantes palabras logró perfilar el servicio de estos bomberos voluntarios y su relación profunda con la comunidad. A Oscar Hahn, premio nacional de literatura 2013, quien aportó con sus poemas a valorar aún más este libro, y a Marco Antonio Cumsille, Secretario General del Cuerpo de Bomberos de Santiago, por su perfecta coordinación y aquilibrio para echar adelante este complejo trabajo.

Y a mis amigos que aportaron sus ideas, a mis hijos que me empujaron a seguir el trabajo a pesar de los pesares, y al Cuerpo de Bomberos de Santiago, una institución hermosa, a la cual me enorgullezco de pertenecer. No es de extrañar que en mi caso haya ingresado para el centenario, en 1963, y esté entregando este libro en el sesquicentenario, cincuenta años más tarde.
A todos, muchas gracias.

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